Gregorio Luperón (Puerto Plata, 8 de septiembre de 1839 — Ibídem, 20 de
mayo de 1897) fue un militar y político dominicano. Fue también presidente
provisional de la República Dominicana entre 1879 y 1880.
Luperón formaba parte del grupo de
dominicanos que se rebelan contra este hecho. Como producto de esta rebeldía,
es hecho prisionero. Logra escaparse, y se va
al exilio a Haití, Estados Unidos y Curazao.
Al tiempo, regresa en
forma clandestina por Montecristi, y toma parte en el Levantamiento de
Saban.Tras una primera derrota se retira a las montañas y
desde La Vega, fomenta la rebelión, hasta que después del
llamado Grito de Capotillo el16 de agosto del 1863, alcanza
la jefatura de un Cantón, y luego el rango de general.
Fue un hombre de un fuerte sentido
patriótico y de gran valor en el uso de las armas y
las estrategias de guerra. Por estos méritos se le designa Jefe Superior
de Operaciones en la Provincia de Santo Domingo, se bate de frente
al ejército español, que era comandado por Pedro Santana, por
entonces, Marqués de Las Carreras. Paso a ser poderoso y disciplinado, el
ejército español, fue derrotado en una estrategia de guerra de guerrillas,
debido esto, a la inferioridad en número y en calidad de medios por parte de
los rebeldes.
Vencido el ejército
español, aceptó el cargo de Vicepresidente de la Junta
Gubernativa. Restaurada la República, regresó a su pueblo natal, Puerto
Plata, rodeado de la admiración y del cariño del pueblo dominicano que lo
aclamó y lo aclama desde entonces, como la e la espada
más firme en defensa de sus ideales patrios.Se opuso al regreso al poder
de Buenaventura Báez, lo cual le conlleva al destierro y expulsión del país.
Pocos meses después, regresa para integrar el movimento llamado Triunvirato de
1866, que derroca a Báez y se convierte en gobierno.
El Triunvirato es indisuelto en 1866
a favor de una constitucionalidad, para que asuma la Presidencia de la
República, el General José María Cabral.Este gobierno es derrocado
en 1868, y Luperón es obligado de nuevo a salir del país, por oponerse a
las pretensiones anexionistas de Báez, quien mira hacia Estados Unidos en este
nuevpropósitoLuperón logra preparar una expedición llamada “El Telégrafo”,
debido al nombre del barco utilizado para la misma.Fracasa la
expedición revolucionaria por la intervención de los Estados
Unidos, con quien Báez estaba teniendo entendimientos para la venta de
la península de Samaná. Esto motiva un nuevo extrañamiento de su
país. Recabó apoyo de la opinión pública en América Latina en contra
del propósito de Báez, y envió protestas al Senado de los Estados Unidos.
Cuando Báez es expulsado del poder
por la “Revolución Unionista” en 1873, Luperón pudo regresar a Puerto
Plata.Al ascender al poder Ulises Espaillat, Luperón es nombrado en el
cargo de “Ministro de Guerra y Marina”.Ante la renuncia de Espaillat, de nuevo
Luperon es exilado, y espera cerca de dos años, a que sus antiguos enemigos González
y Báez se alternen en el poder para un nuevo regreso al país.
Tras el derrocamiento del gobierno
de Cesáreo Guillermo, se establece un “gobierno provisional”, el cual es
presidido por Luperón, con su sede en Puerto Plata. Los catorce meses de
este gobierno fueron de paz, de libertad y de progreso,
produciendo unas elecciones limpias en 1880, en donde fue electo
Presidente de la República el Presbítero Fernando Arturo de Meriño, que
también fue respaldado por Luperón.
En este gobierno fue designado como
Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Europa. De regreso
al país, es nombrado Delegado del Gobierno en el Cibao durante el régimen
de Francisco Gregorio Billini. Tras cuya renuncia en 1885, se une al
Vicepresidente Alejandro Woss y Gil.Desde su cargo, y tras la revolución
de 1886, Luperón se enfrenta a ésta en Puerto Plata, contribuyendo con
ello al triunfo de Ulises Heureaux y el ascenso de éste a la Presidencia,
en el año 1887.
Heureaux, también de Puerto Plata, y
quien había sido un valiente restaurador como Luperón, comenzó a desarrollar un
gobierno despótico y dictatorial, lo cual generó en Luperón arrepentimiento y
decepción. Esto hizo que se marchara al exterior a combatirlo. Su campaña
fracasó por falta de apoyo del gobierno haitiano.Enfermo en la isla
de Saint Thomas, fue buscado por el mismo Ulises Heureaux, para morir
en su pueblo natal Puerto Plata el 20 de mayo de 1897.
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